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El uso de azitromicina aumenta el riesgo de muerte súbita cardíaca en pacientes con insuficiencia renal dependiente de hemodiálisis

Assimon MM, Pun PH, Wang L, et al.
Kidney Int. 2022 Oct; 102(4): 894-903.
La azitromicina es un antibiótico con potencial para prolongar el intervalo QT, que con frecuencia se receta a personas que reciben hemodiálisis. Los pacientes en hemodiálisis tienen una alta prevalencia de afecciones clínicas, como cardiopatía estructural, que pueden potenciar los efectos proarrítmicos de la azitromicina, pero fueron excluidos de los estudios que evaluaron la seguridad cardíaca de la azitromicina.

Usando datos del Sistema de Datos Renales de los Estados Unidos (2007-2017), se llevaron a cabo dos estudios de cohortes para examinar la seguridad cardíaca de la azitromicina en relación con los antibióticos tipo amoxicilina (amoxicilina, amoxicilina/ácido clavulánico) y el levofloxacino (un antibiótico de fluoroquinolona conocido por prolongar el intervalo QT) en la población de hemodiálisis. El criterio principal de valoración fue la muerte cardíaca súbita a los cinco días.

Las cohortes de azitromicina versus amoxicilina incluyeron 282.899 pacientes y 725.431 episodios de tratamiento (381.306 episodios con azitromicina y 344.125 con amoxicilina). El tratamiento antibiótico basado en azitromicina versus amoxicilina se asoció con mayor riesgo relativo y absoluto de muerte súbita cardíaca (hazard ratio 1,70; IC 95% 1,36 a 2,11), con una diferencia de riesgo ponderada por 100.000 episodios de tratamiento de 25,0 (15,5 a 36,5). La cohorte de azitromicina frente a levofloxacino incluyó 245.143 pacientes y 554.557 episodios de tratamiento (387.382 episodios de azitromicina y 167.175 de levofloxacino). El tratamiento con azitromicina frente a levofloxacino se asoció con menor riesgo relativo y absoluto de muerte súbita cardíaca (HR 0,79; 0,64 a 0,96), con una diferencia de riesgo ponderada por 100.000 episodios de tratamiento de -18,9 (-35,5 a -3,8).

Por lo tanto, al seleccionar entre antibióticos basados ​​en azitromicina, levofloxacina y amoxicilina, los médicos deben sopesar los beneficios antimicrobianos relativos de estos fármacos frente a sus riesgos cardíacos potenciales.